Religión y Arte

Para los aztecas, la religión era la suprema razón de las actividades o acciones individuales y el fundamento de las organizaciones estatales. Su fin consistía en atraer las fuerzas naturales favorables a la existencia del hombre y rechazar las nocivas.

Las prácticas rituales, los sacrificios humanos, la autotortura y la penitencia de sus fieles intentaban hacer propicias las diferentes personificaciones de tales fuerzas naturales: las divinidades.

El pueblo tenía cierta tendencia a exagerar el politeísmo considerando como múltiples dioses los varios aspectos de uno sólo. Los sacerdotes en cambio se esforzaban en reducir las divinidades a una, y trataban de asimilar las de los, pueblos vencidos como manifestaciones diferentes de los propios dioses. Los más venerados eran, Huitzzilopotchli, Quetzacoatl, Tlaloc, Xipe, Totec, Xochipitli, Tzenteolt, y entre las divinidades femeninas contamos a Coatlicue, etc.

ARTE.

Los aztecas como todos los pueblos de Centroamérica, cultivaron el arte logrando portentosas creaciones. En arquitectura tenemos edificios religiosos en todas las ciudades. Se trata de grandes conjuntos ceremoniales en los que destacan pirámides en general escalonadas, en cuya plataforma superior se realizaban los sacrificios y otros ritos.

Sus muros se decoraban con relieves siendo la escultura de los Aztecas una de las mejores realizaciones. Además de algunas estatuas que pueden alcanzar gran realismo, domina el bajo relieve con complicados motivos que se repiten hasta el infinito.

Sobresalen también en el trabajo de piedras duras, en especial el jade y en la orfebrería, en la cerámica, a pesar de no usar el torno, crearon formas muy bellas, pintadas o modeladas, acaso su artesanía más importante fue la fabricación de figuritas de barro cocido. El arte de tejer se practicó de gran manera, pese a la falta de verdaderos telares; una de sus variedades más preciosas fue el mosaico de plumas. Asimismo el mosaico de piedra y concha hizo posible la realización de verdaderas obras maestras.

Los aztecas tenían un rudimentario sistema de escritura, menos perfecto que el de los mayas. Se conservan algunos códices y textos, en su mayoría posteriores a la conquista, aparte de las inscripciones sobre piedra de difícil interpretación por el momento. Muchas de las inscripciones están relacionadas con el calendario y la astronomía .En este campo, los aztecas ,herederos de la vieja ciencia mexicana, lograron extraordinarios éxitos, aunque no alcanzaron las latas cimas matemáticas y de la astronomía de los mayas.

Uno de los monumentos más curiosos es la llamada “piedra del sol”, que tiene relación con su calendario. Hoy día, a través de los restos de su literatura y de los que nos cuentan los cronistas se ha abierto paso la idea de que existía entre los aztecas, incluso, un verdadero pensamiento filosófico, planteándose con notable profundidad los problemas que preocupan a la humanidad. Queda abierta, sin embargo, el enigma de si esto lo lograron los mexicanos y concretamente los aztecas por una evolución interna o si los mexicanos anteriores a los aztecas lo habían recibido en germen de culturas más elevadas como las del Oriente asiático. En todo caso, es admirable lo que el mundo mexicano logró realizar apenas salió de una etapa neolítica, y a lo que hubieras podido llegar de no interrumpirse violentamente su normal desarrollo.