Los incas fueron grandes constructores como lo demuestran las ciudades de piedra de la sierra y las ciudades de adobe de la costa, las obras de regadío, los púcaras y los caminos.
En las construcciones de piedra se utilizaban grandes bloques de muchas toneladas de peso que encajan perfectamente entre sí y han resistido hasta hoy terremotos. Su escultura fue inferior a la de los Aztecas y lo mismo puede decirse de sus conocimientos de astronomía.
Se habían organizado bajo un régimen de linajes según la cual al fallecer un Inca, asumía normalmente el poder un hijo, pero los bienes pasaban a los Panacas o Linajes Reales. El nuevo Inca heredaba sólo el mando del ejército. Esto explica la expansión del Imperio Incaico, cada gobernante tenía que asegurar para sí y su Panaca un conjunto de riquezas que sólo podía lograr incorporando nuevas tierras y nuevos pueblos que le tributaron en trabajo, labor conocida como Mita.
Los incas prefería utilizar medios pacíficos de anexión territorial, incluso sellar luego de una batalla una alianza y establecer relaciones de reciprocidad con los pueblos vencidos.
Su economía se caracterizó por la concentración del excedente y la redistribución del mismo. La extensión de las áreas de cultivo en terrazas así como el mejoramiento de los sistemas de irrigación, permitió generar grandes cantidades de excedentes agrícolas.
En el usufructo de la tierra se utilizaba un sistema de tripartición que consistía dividir la tierra en 3 sectores no necesariamente iguales: uno del Inca; otro dedicado a sostener el culto a las divinidades, particularmente el Inti; y por último las tierras del ayllu o comunidad que eran distribuidas según el número de familias que los componían.
La tierra no fue el único recurso que sostuvo el Estado Inca, la ganadería jugó un papel importante, ya que la lana era utilizada en la elaboración de textiles usados como producto principal, junto a la chicha para afianzar los lazos de reciprocidad con las diversas comunidades del Imperio.
Finalmente podemos decir, que la época de la expansión del Imperio de los Incas se había iniciado con Pachacuti Inca Yupanqui, quien logró extender sus dominios hasta Quito por el norte, a su hijo y sucesor, Topa Inca Yupanqui, que había gobernado entre 1471 a 1493,le correspondió conquistar las tierras al sur del Cuzco, hasta el río Maule en Chile.
La conquista de la parte de nuestro territorio no habría presentado mayores dificultades, tampoco hay noticias de resistencia seria para el sector comprendido entre Coquimbo y el río Maipú. Esta es la situación en que Chile está a la llegada de los españoles en el año 1536.